...EL SABER DE DONDE SE ORIGINABA EL APELLIDO YA QUE NUNCA CRELLERON QUE ERA DE ALEMANIA, MI ABUELO SIEMPRE LO DECIA AUNQUE SIEMPRE LO TIRABAN A LOCO.
1) Una calle al campo en Niltepec.
2) Camino y cerro chocolate.
Aquí en Niltepec, Oax.
vivía Octaviano Mumenthey Godinez, llamado 'El Alemán'. Cuando
murió el 7 de Enero de 2001, con poco menos de 88 años,
dejó esposa Narcesa, 9 hijos, unos 30 nietos y los bisnietos que
todavía no los podido contar exactamente. Pero voy a añadir en
esta página algunos cuentos que Gaudalupe me contó. En diciembre
de 2001, casi un año después de su fallecimiento recibí un
correo electrónico de Ixtepec, Oax., en contestación a mi
página sobre las familias Mummenthey en Alemania. Así
llegé el verano de 2002 a Cd. Oaxaca, Ixtepec y Niltepec en el estado
federal de Oaxaca para conocer a los descendientes de August Wilhelm Mummenthey
y Clara Joaquina Martel y su hijo Agustín Mumenthey Martel (Ojeda) que
por motivos desconocidos llegó a la edad de diez años con el
sacerdote Fray Francisco L. Ojeda a Niltepec, dónde el clérigo
tomó posesión de su cargo en la paroquia de Santiago
Apóstol en enero de 1843.
El hijo de Agustín, Martín, tuvo con
Rosendra Robles 16 hijos. Entre los 12 ellos cuales sobrevivieron era Martín
el papá de Octaviano. En marzo de 2003 recibí el correo
electrónico que llamé mi atención sobre 'el alemán'
Octaviano Mumenthey Godinez.
3) Octaviano Mumenthey en su casa en Niltepec.
4) Octaviano Mumenthey
El lunes, 21 de Julio, Abel,
Guadalupe, Jesús Santiago y yo viajamos de Coatzacoalcos a Niltepec. Fue
un viaje de muchas horas a través del Istmo de Tehuantepec sin embargo
en coche se hizo rápido. Además de mi maleta que era grande ya
que ibar a estar una semana durante la fiesta de Santiago Apóstol en
Niltepec, llevabamos un gran ramo de flores de Coatzacoalcos y dos cintas
largos con los colores de la bandera de Alemania, negro, rojo y dorado.
El
sentido profundo de este viaje fue honrar y hacer justicia a un hombre
inquebrantable el cuál siempre, siempre dijo que el origen del apellido
Mumenthey era alemán, y al cuál siempre, siempre tiraron a loco.
Con mucho gusto le hubiese estrachado la mano y dado un fuerte abrazo - y
quizás me dijese - ¡que padre!, ¿no os lo había
dicho yo? y entonces señalaría las venas de su antebrazo garrudo
y pronunciaría las palabras ¡sangre azul! Seguro se
alegraría al escuchar el cuento de Diderike Mummenthey, un hombre libre
(¡quizás con un poco de sangre azul!) en Alemania, él
cuál compró en la comarca de Calenberg, cinco campos a dos
hidalgos pobres. -¡Que lástima, Octaviano, he llegado un poco
tarde para contarte este historia directamenta, pero los otros, que se mofaron
de tu fuerte convicción lo podran ver y escuchar. El primer día
de la fiesta en Niltepec - había muchos coches en el desfile que
habías hecho durante toda tu vida - por eso este día se te hizo
justicia.
5) Lluvia.
6) Chuchu y Folker.
7) ¡Que lástima, soy un poco tarde!
8) El lazo de hacer justicia.
9) La cinta en los colores de la bandera de Alemania, negro, rojo y dorado.
10) La cinta y las flores.
11) Guadalupe, Chuchu, Gonzalo y Abel.
12) Otra vez.
13) Folker a los sepulcros de Octaviano y Angel Mumenthey.
14) ¡Adios!
Es un milagro que a través de las cinco generaciones hasta Octaviano se conservé el saber de las raices alemán, tanto más considerándolo bien el hecho que fué un niño a la edad de diez años, quizás crecido en la Ciudad de Oaxaca, un huérfano en Niltepec y más tarde adoptado del Fray Francisco Ojeda .......................................
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